El 21 de octubre de 2001 se celebró un referéndum sobre la construcción del estadio, cuyo objetivo era aclarar la cuestión de si se debería construir un nuevo estadio en el lugar actual y si la ciudad debería proporcionar la infraestructura necesaria. El arquitecto Günter Behnisch había rechazado previamente una renovación del Estadio Olímpico.

La votación a favor de un nuevo edificio fue de 65,8 por ciento a favor y 34,2 por ciento en contra, lo que también alcanzó el quórum de al menos el diez por ciento de los votos a favor. La participación electoral del 37,5% fue un valor que nunca se había alcanzado en un referéndum en Baviera. Hubo entonces un concurso de arquitectura en el que se sometieron a votación dos diseños de los ocho modelos originales.