Hay que mencionar que el actual estadio esta construido sobre el St. Jakob Stadium, estadio que llegó a incluso ser sede del Mundial de 1954.

En 1987 se empezó a considerar concretamente la posibilidad de derribar el antiguo estadio y sustituirlo por un edificio nuevo. Se elaboró un proyecto en el que también se preveía como base financiera un “uso exterior” comercial de las salas contiguas para fines no relacionados con el fútbol. En 1990, la cooperativa del estadio decidió construir un nuevo edificio, pero el cantón se negó a cambiar el plan de zonificación porque se expresaron críticas sobre el proyecto específico. Un proyecto revisado recibió las aprobaciones necesarias en 1994, pero la cooperativa del estadio lo retiró porque surgieron dudas sobre su rentabilidad.

Entonces, un contratista general de Berna se ofreció a construir un estadio llave en mano por un precio fijo. Además del uso principal, ahora indiscutible, con oficinas y zonas comerciales, el proyecto también incluía una residencia de ancianos como elemento nuevo y sorprendente. El proyecto convenció y en 1996 la cooperativa del estadio hizo el pedido. Con el diseño del proyecto, que ahora lleva por título “St. Jakob-Park”, fue el encargo del estudio de arquitectura Herzog & de Meuron. Preveía 32.500 asientos cubiertos o 38.500 plazas para sentarse y estar de pie.