Situado en la llanura entre la vertiente sur del Monte Mario y el río Tíber, forma parte del conjunto arquitectónico del Foro Itálico construido a partir de 1928 por Enrico Del Debbio, y, aunque incompleto, fue inaugurado en 1932 con el nombre de estadio Cipressi; Entre 1933 y 1937, Luigi Moretti revisó el proyecto y lo convirtió en un telón de fondo escénico para los juegos del período fascista. 

Los planes de desarrollo del estadio Cipressi quedaron bloqueados con la llegada de la guerra a Roma en 1943 y la posterior liberación del régimen fascista con la entrada de las tropas angloamericanas en la capital en 1944; El estadio, en este período, fue utilizado por los militares como base logística y sede de competiciones deportivas entre aliados